En Higuera la Real, en el atardecer del domingo 11 de mayo
la romería de San Isidro regresa al pueblo.
En el ambiente se oyen los cohetes que anuncian la aproximación del santo, portado en un carro tirado por recios bueyes, seguido
por un interminable séquito de carretas, jinetes y caminantes romeros
fervorosos.
La comitiva , ruidosa, alegre, luminosa, contrasta con el
languidecer del día; el ambiente se apaga, mientras una esplendorosa luna
brilla alta en el cielo, como guiando a los fieles peregrinos.
Para un observador foráneo es una visión insólita pero
hermosa. Aquí no hay distinción entre ricos y humildes, entre mayores y niños.
Todos siguen al santo encaminados por un mismo espíritu, mezcla de devoción y
festividad, de alegría y de piedad.
Se oyen gritos en el aire: ¡Viva San Isidro!, que son
coreados por una multitud de voces entusiastas, mientras el grupo se acerca a
Higuera la Real, que aparece resaltada con el telón de fondo crepuscular.
Esta es la tierra que acoge el proyecto e-EYE, un soberbio
contraste entre tecnología vanguardista y costumbres ancestrales, para que todo
el mundo pueda disfrutar de una experiencia innovadora y enriquecedora.